Al
llegar aquí la carretera presenta, desde
una cuesta, un gran
fondo de valle correspondiente al río Kukenán. En
general, el relieve es ondulado. La formación
geológica Kukenán, del Grupo Roraima, se
caracteriza en este trecho por la presencia de lutitas y
limonitas, así como areniscas arcosas y
arcillosas, derivadas de unidades volcánicas
resistentes. Se aprecian abundantes corazas lateríticas
ferruginosas, y aluviones recientes a orillas de
las principales corrientes de agua. Hay una erosión
activa en el frente de cuesta, que provoca derrumbes y la aparición de
cárcavas.
Además del río Kukenán destacan otras líneas fluviales, como las quebradas de Jaspe, Cacoparú, Agua Fría y
Kayenautá. En las cercanías se han descubierto
piezas arqueológicas de jaspe elaboradas por habitantes primitivos,
representando especímenes de fauna semejante
a la existente hoy día, además de restos de piezas de madera y cestería.
La vegetación predominante es de sabana
graminosa sin árboles. En las depresiones se localizan densos
bosques altos y medios, y en los fondos de valle, bosques de galería y morichales, que son valiosos
refugios de fauna.
De este tramo salen vías que conducen a diversos
saltos de agua de gran potencial turístico: Urué, La Milagrosa y, el más atractivo,
Umatá. También puede irse a la quebrada del
Jaspe, uno de los balnearios más
extraordinarios de la Región, donde las aguas se deslizan sobre una
gigantesca placa de jaspe de color rojo. En las proximidades se encuentra el poblado pemón de Santa Cruz de
Mapaurí.
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