Los Hiwi (como se llaman a sí mismos) o
Guajibo representan otro grupo étnico importante de la Región de
Guayana. La primera descripción de este grupo la ofrece Federmann,
a raíz
de su encuentro con ellos cerca del río Meta en 1538, al
referirse a su vida nómada, de gente andante por las sabanas de los Llanos, viviendo de la cacería y de
la recolección.
El nomadismo de los Hiwi llevó a los cronistas
de la
época a compararlos con los Gitanos de Europa. El territorio
Hiwi, tanto en aquellos tiempos como en la actualidad, ocupaba toda la
región de los Llanos en Colombia, entre los ríos Arauca y Meta, en el
norte, y el río Guaviare en el sur, hasta las riberas del río Orinoco en el
este, y los
Llanos occidentales del Estado Apure. A partir del siglo XIX
los Hiwi empezaron a sedentarizarse por la adopción de la agricultura y,
especialmente
desde la década de los 50, se han ido asentando en las sabanas a orillas del
Orinoco, en el Territorio Federal
Amazonas, levantando numerosas aldeas en la
angosta franja fronteriza que se
extiende desde más arriba de la boca del río Vichada y la Isla Ratón
hasta Puerto Ayacucho.
La movilidad legendaria de los Hiwi se ha podido
observar en lo últimas dos décadas fuera de su territorio
tradicional, por la emigración de algunas comunidades
hacia el este,
128
hasta la orilla del río Manapiare, subiendo por el alto
Ventuari en el Territorio Federal Amazonas, y el desplazamiento
hacia el norte por el río Orinoco, en el Estado Bolívar, desde la boca
del Meta hasta el río Villacoa y, últimamente, al este del río Caura.
El Censo Indígena de 1982 enumeró un total de 6.400
Hiwi en la Región de Guayana: 5.747 en el Territorio Federal Amazonas, y 653 en
el Estado
Bolívar. Esta población se concentra en poblados ubicados a lo largo del eje carretero
El Burro-Puerto Ayacucho-Samariapo-Venado y, también, en unos 20 barrios de Puerto Ayacucho donde residen alrededor de 1.000 Hiwi. De este modo la población Hiwi es a la vez rural y urbana.
Los asentamientos rurales varían considerablemente:
desde un simple rancho hasta caseríos modernos de viviendas rurales, con escuelas y dispensarios, algunos de los cuales, como Coromoto, La Reforma, Pato Guayabal y Morrocoy (en el río Manapiare) tenían más de 200
habitantes para el Censo de 1982.
Actualmente,
las comunidades Hiwi siguen practicando su agricultura tradicional en los bosques adyacentes a las
sabanas, basada principalmente en el
cultivo de la yuca amarga para la
elaboración de mañoco y casabe, los dos componentes básicos de su dieta que complementan con los
productos de la cacería, pesca y recolección .En sus conucos se observan
también cultivos menores de batata, caraota, ají, piña,
caña de azúcar, tabaco y algodón. A estos cultivos tradicionales se
añaden hoy dos cultivos comerciales: el
maíz y el arroz, que los Hiwi producen
para el mercado regional, con los que se
han convertido, conjuntamente con sus vecinos Wótuha, en los mayores proveedores de alimentos vegetales consumidos en Puerto Ayacucho. Los Hiwi juegan también un papel importante en la producción de artesanía tradicional y turística vendida en esta ciudad capital del
Territorio Federal Amazonas.
Los Hiwi constituyen, además, un elemento importante
en el mercado laboral de la Región, tanto
en calidad de obreros agrícolas en los fundos
agropecuarios y en la cosecha de algodón en el Orinoco, como en el sector urbano, donde su mano de obra es muy solicitada. Indudablemente, el hecho de que hoy los Hiwi sean todos bilingües, facilita su inserción en la actividad económica, así como su participación en la vida política
y cultural de la Región.
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