viernes, 31 de agosto de 2018

PARQUE NACIONAL CANAIMA


Pcr su extensión -tres millones de hectáreas - ; el segundo parque nacional del país (el primero es Parima-Tapirapecó). Decretado el 12 de junio de 1962 y ubicado al sureste del Estado Bolívar, a unos 800 Km de Caracas, este vasto parque constituye la representación más cabal los ecosistemas y paisajes del Escudo Guaya­nés.
El oeste del Parque está conformado por la selva tropical lluviosa, mientras al este se abren los magníficos espacios de la Gran Sabana. El paisaje más característico lo configuran los tepu­yes (véase Subregiones Naturales: El Escudo Guayanés), entre los que destacan el Auyán­tepuy, el Irú-tepuy, el Chimantá-tepuy y el Akopán-tepuy. El primero de ellos tiene una extensión superficial en su meseta de 700 Km2, desde donde caen el salto Angel, el de mayor altura del mundo, y el Kukenán, otro de los más altos.
En el Parque se hallan también otros impor­tantes saltos de gran atractivo turístico, como el Aponwao o Chinak-merú, el Torón-merú y. el Kamá-merú.
En la altiplanicie de los tepuyes impera una vegetación típica y autóctona, con especies no observadas en otras partes del país.
La zona de la Gran Sabana comprendida en el Parque se ubica entre los 300 y los 900 metros sobre el nivel del mar, encontrándose cubierta por vegetación baja, interrumpida sólo por al­gunos bosques de galería y morichales crecidos al amparo de unas cuantas corrientes superficiales.
La fauna del Parque, en su parte baja, es muy variada: desde aves y reptiles de todo tipo que habitan entre la vegetación y en las riberas de los cauces, hasta mamíferos, algunos de gran tama­ño, como el oso hormiguero gigante u oso palmero (Myrmecophaga tridactyla).
El acceso al Parque puede efectuarse por vía terrestre, siguiendo la carretera El Dorado-Santa Elena de Uairén, que pasa por muchos lugares de interés escénico, turístico y científico. También puede hacerse por vía aérea, existiendo al menos una docena de sitios donde se han abierto pistas de aterrizaje.
La penetración por la vía El Dorado-Santa Elena de Uairén puede considerarse como una ruta de "interpretación" del Parque, a través de siete tramos o sectores: Sierra de Lema, Apon­wao, Kamoirán, Kamá, Yuruaní, Mapaurí-Kuke­nán y Uairén.
Pronto se ven las frágiles areniscas de la formación Uairén, donde es fácil observar las notables fallas que afectaron en otras épocas a la Región, así como huellas de la antigua actividad hidrotermal. Más adelante se encuentra un área de colinas de material arenisco muy frágil y, finalmente, se abre ante la vista sorprendida y maravillada de quien la visita por primera vez, la Gran Sabana. Este es un terreno muy plano, cubierto de baja vegetación, constituido geoló­gicamente por rocas sedimentarias del grupo Roraima, ocasionalmente interrumpidas por in­trusiones de rocas ígneas entre las que corren corrientes de agua de gran atractivo escénico, incluyendo grandes saltos de impresionante belleza. Las rocas se tornan cada vez más com­pactas a medida que se avanza hacia el sur, apareciendo a orillas de la vía grandes cárcavas de diferentes colores que llaman la atención del viajero.

jueves, 30 de agosto de 2018

SIERRA DE LEMA


El punto de partida de la incursión en el Parque Canaima se localiza en la "Piedra de la Virgen", una especie de colosal monumento intrusivo perteneciente al denominado "Evento Magmático del Roraima", acontecimiento geo­lógico por el cual se han hecho visibles procesos de intensa meteorización de la diabasa. Debido a su gran pendiente, el sitio es conocido también como "La Escalera". La disolución de estas rocas ha permitido, en general, que los suelos puedan soportar los bosques altos y medios tan caracte­rísticos del Escudo Guayanés; destacan en la configuración del terreno gneisses, granitos, migmatitas, areniscas cuarzosas y conglomera­dos. Morfológicamente, se aprecia la existencia de fallas y procesos erosivos laminares y subsu­perficiales relacionados con sectores de declive muy pronunciado.
La cobertura natural es propia de bosques medios y altos, muy densos, siempre verdes. Los diferentes componentes físico-naturales con­forman un peculiar ecosistema de bosque mon­tano. En la parte superior de la Sierra abundan las epifitas y sobre los afloramientos rocosos hay pequeñas manchas arbustivas. En líneas genera­les, el área se caracteriza por un alto endemismo. Entre las especies faunísticas más numerosas sobresalen, además de los insectos, reptiles y anfibios.
En el sector corren las quebradas El Minero y El Danto, que dan gran belleza al lugar (la última posee un salto que se precipita por varios niveles escalonados). Desde los sitios llamados "El Abismo" y "La Arenada" se contemplan paisajes que, por su atractivo natural, identifican
y dan fama a la Región. Desde la cima de esta terraza se divisa, hacia el norte, la zona de actividad minera de "Las Claritas".

A lo largo de la vía se pasa por campamentos que, anteriormente, sirvieron de base para la construcción y asfaltado de la carretera.

miércoles, 29 de agosto de 2018

APONWAO


El relieve de este tramo es, por lo común, plano, aun cuando en algunos sectores resulta suavemente ondulado. Pertenece a la subcuenca del río Aponwao, afluente del Caroní.
Este sector corresponde a las formaciones geológicas Kukenán y Uaimapué, ambas del grupo Roraima: la primera se distingue por la presencia de limonitas, lutitas limosas y areniscas de grano fino, mientras la segunda está asociada a areniscas feldespáticas. También se observan intrusiones ígneas, de menor tamaño que en el trecho anterior. La erosión es fundamentalmente laminar.
La cobertura predominante es herbácea, con­sistente en sabanas graminosas y herbazales su barbustivos. Se destacan algunos arbustos sobre arena muy blanca. El endemismo es muy inferior al del tramo anterior. Se advierte una menor diversidad de fauna, por tratarse de un ecosistema de sabanas.

Aponwao representa para el viajero, después caber transitado varios kilómetros de tupido que húmedo, el espectacular contraste de infinita extensión de sabana, que puede sar, especialmente, desde la atalaya del numento al Soldado Pionero. En el cruce del Aponwao hay un balneario y un área de Iping para el turista o visitante. Desde la etera parten vías de acceso a los saltos 5n-merd, Chinak-merú y Karuay e, igual­nte, a la histórica misión de Kavanayén.
Además son lugares de interés dos campa­ntos y algunas poblaciones indígenas de pos pemones.


martes, 28 de agosto de 2018

WOIRAN


En este sector se encuentran intrusiones eas y areniscas silicificadas, estas úlimas típicas Grupo Roraima. Se trata de una altiplanicie lomas suaves, formadas sobre material íg­). El río Kamoirán es un afluente del Mazzaruni.
Predomina una cobertura natural herbácea sobre las estructuras rocosas de diabasas, alter­nando con bosques umbrófilos de grados varia­bles de degradación hasta constituir bosques secundarios. La diversidad de fauna es también más limitada aquí, donde las especies superiores comparten habitualmente los ecotonos de bos­que para refugio y los de sabana para alimenta­ción.

Los raudales de Kaimorán son una importan­te área recreativa del lugar. Existen dos impor­tantes poblados pemones: San Juan y San Rafael de Kaimorán. También hay explotaciones mine­ras de oro y diamantes.

lunes, 27 de agosto de 2018

KAMA


Este tramo, perteneciente, como el primero, a la subcuenca del Aponwao, corre por una altiplanicie de relieve plano a ondulado.
Geológicamente pertenece al grupo Roraima, con abundancia de areniscas silicificadas, lutitas y imonitas, donde sobresalen aflora­mientos rocosos.
La cobertura natural, consistente principal­mente en arbustales edáficos, se aprecia como manchas de vegetación sobre el sustrato rocoso, y su crecimiento se halla muy asociado a las características del suelo local, alternando con sabanas graminosas y herbazales subarbustivos. Pequeños bosques de galería se extienden a lo largo del curso de los caños. Lo complejo de la trama florística contribuye a la existencia de una fauna abundante y con diversidad de especies. Durante el período seco son frecuentes las migraciones de aves que se alimentan de insec­tos.

Aquí se localiza uno de los saltos más impo­nentes de la Región, el Kamá, desde cuya emi­nencia se disfruta de una de las vistas más hermosas del recorrido. En este tramo se hallan núcleos de población pemona: Uroi-uarai, Kamá y Kurun-motá.

domingo, 26 de agosto de 2018

YURUANI


Constituye un terreno ondulado, con intru­siones ígneas y areniscas silicificadas, corres­pondiente a la subcuenca del Yuruaní, afluente del Kukenán que lo es, a su vez, del Caroní. Aquí se encuentra el mayor número de puentes de todo el trayecto: once en total, que cruzan, entre otros, los ríos Karaurin, Soroapé, Arapán, Karo­matá, San Ignacio y Kaadee.
La cobertura natural es de sabanas graminosas iñarboladas, y en las depresiones se levantan compactos bosques altos y medianos. A la orilla de ríos y caños surgen los acostumbrados mori­chales y bosques de galería. La fauna es poco numerosa y variada aquí; las especies superiores suelen compartir el habitat de sabana y bosques.

Entre los sitios turísticos más importantes se encuentran la quebrada Pacheco (Arapán), con pequeños saltos donde es posible bañarse, los saltos del Yuruaní, que caen en forma escalona­da, y espacios para acampar junto a las rocas y sabanas. De este tramo salen los accesos viales al piedemonte de los tepuyes Roraima y Kuke­nán. Hay, además, tres poblados: San Francisco de Yuruaní, San Ignacio de Yuruaní y Patamona, así como campamentos de organismos públicos.

viernes, 24 de agosto de 2018

MAPAURI-KUKENAN


Al llegar aquí la carretera presenta, desde
una cuesta, un gran fondo de valle correspon­diente al río Kukenán. En general, el relieve es ondulado. La formación geológica Kukenán, del Grupo Roraima, se caracteriza en este trecho por la presencia de lutitas y limonitas, así como areniscas arcosas y arcillosas, derivadas de uni­dades volcánicas resistentes. Se aprecian abun­dantes corazas lateríticas ferruginosas, y aluvio­nes recientes a orillas de las principales corrientes de agua. Hay una erosión activa en el frente de cuesta, que provoca derrumbes y la aparición de cárcavas.
Además del río Kukenán destacan otras líneas fluviales, como las quebradas de Jaspe, Cacopa­rú, Agua Fría y Kayenautá. En las cercanías se han descubierto piezas arqueológicas de jaspe ela­boradas por habitantes primitivos, representando especímenes de fauna semejante a la existente hoy día, además de restos de piezas de madera y cestería.
La vegetación predominante es de sabana graminosa sin árboles. En las depresiones se localizan densos bosques altos y medios, y en los fondos de valle, bosques de galería y mori­chales, que son valiosos refugios de fauna.

De este tramo salen vías que conducen a diversos saltos de agua de gran potencial turísti­co: Urué, La Milagrosa y, el más atractivo, Umatá. También puede irse a la quebrada del Jaspe, uno de los balnearios más extraordinarios de la Región, donde las aguas se deslizan sobre una gigantesca placa de jaspe de color rojo. En las proximidades se encuentra el poblado pemón de Santa Cruz de Mapaurí.

jueves, 23 de agosto de 2018

UAIREN



En este último tramo, de relieve ondulado, destacan una altiplanicie y algunos fondos de valle. Geológicamente predomina la formación Uairén, del Grupo Roraima, caracterizada por la abundancia de areniscas conglomeradas y cuar­zosas. Se observan sectores de aluviones recien­tes y otros con corazas ferruginosas. Al igual que el tramo anterior, presenta problemas severos de erosión en cárcavas.
Casi en su totalidad, la zona pertenece a la subcuenca del río Uairén, afluente del Kukenán. Otros cursos de agua importantes son los ríos Wará, Kaliopeuarí y Karaupán.
En este trayecto predominan las sabanas húmedas graminosas. En los fondós de valle destacan los morichales y los bosques de galería. En las laderas se extienden sabanas inarboladas y arbustales edáficos, mientras en los sectores más húmedos se desarrollan bosques medios con palmas. En las lagunas existe gran cantidad de peces.
Entre los sitios turísticos de mayor relevancia se destacan el balneario Pozo Azul y El Salto. La vía ofrece acceso a El Paují, La Cantarrana y Villa Tranquila, lugares donde se encuentran vistosos
saltos, además de poseer facilidades de aloja­miento. Hay también acceso a las áreas mineras de El Polaco, lkabarú y Los Caribes. El centro poblado más importante es Santa Elena de Uairén, con una población estimada en 3.600 habitantes. En el trayecto se encuentra también la población indígena de Wará.
En general, el lugar ofrece balnearios y sitios de camping desde los que es posible contem­plar, a ambos lados y a pocos kilómetros de la vía, la monumentalidad de los tepuyes y la presencia de poblados indígenas.

Al noroeste del Parque se encuentra la Laguna de Canaima, uno de los pocos sitios desarrolla­dos con fines específicamente turísticos. Se trata de un ensanchamiento del río Carrao creando un paisaje de extraordinaria belleza, a cuyas orillas se encuentran instalaciones hoteleras y de servicios, próximas a lugares de gran atractivo turístico.

miércoles, 22 de agosto de 2018

LAGUNA DE CANAIMA


Cuenta con dos campamentos turísticos: el Campamento Canaima, situado frente a la propia laguna, y el Campamento de Ukaima, a orillas del río Carrao.
53 Laguna de Canaima


El acceso a la Laguna de Canaima es por vía aérea, sobrevolando la meseta del Auyán-tepuy, desde la que cae el salto de agua más alto del mundo: el Salto Angel. Desde el avión pueden verse, además, antes de llegar al campamento, la confluencia del río Churún en el Carrao, la isla de La Orquídea, los rápidos de Mayupa, y el espectáculo de la desembocadura del río Carrao en la Laguna de Canaima, formando el Salto Hacha, todo rodeado de exuberante selva tro­pical.
Desde la Laguna de Canaima parten hacia otros puntos del Parque diversos paseos y excur­siones, organizados para el visitante. Hay cami­natas y salidas en vehículos de doble tracción y en canoa, desde unas horas (rápidos de Mayupa, saltos de Yuri o del Sapo, isla de La Orquídea...) hasta de tres días de duración (el Salto Angel). También es posible hacer la excursión en avio­neta al Salto Angel, a Kayac o a Kamarata.
El área alrededor de la Laguna de Canaima está surcada por senderos que conducen a sitios de gran atractivo escénico y natural, a través de bosques y lugares de selva. Abundan los espacios despejados donde acampar. La recreación acuá­tica incluye la natación en las puras y templadas aguas de la laguna, orillada por playas arenosas, y la navegación en bote manejado por un guía. El bajo contenido de nutrientes de las aguas mantiene una escasa cantidad de peces, por lo que la posibilidad de pesca es reducida. Los duros acantilados de arenisca de los tepuyes cercanos constituyen un desafío al montañista, y la inmensa y casi impenetrable selva cautiva al explorador.

En las áreas recreacionales se encuentran restaurantes y cabañas, tiendas de artesanía indígena e instalaciones para el descanso y la contemplación. Los guías que asisten al visitante son indígenas pemones, autóctonos de esas tierras, excelentes conocedores del lugar y sus alrededores.

martes, 21 de agosto de 2018

PARQUE NACIONAL JAUA-SARISARIÑAMA


Este Parque, decretado el 12 de diciembre de 1978 con una superficie de 330.000 hectá­reas, se ubica en las proximidades de las nacien­tes del río Caura, al suroeste del Estado Bolívar. Comprende tres grandes tepuyes: el Jaua-jidi, el Sarisariñama-jidi y el Guanacoco-jidi (nombres que les asignan los indios Makiritare, pobladores ancestrales de estas tierras), así como las áreas del piedemonte y de los valles intertepuyanos.
El fenómeno natural más impresionante y atrayente lo constituyen las simas de colapso en la planicie del Sarisariñama, semejantes a pro­fundos cráteres, que devienen en receptáculos de una flora y fauna peculiares y endémicas de estos aislados habitats. La mayor de estas simas mide 352 metros de diámetro en la boca, 350 metros de profundidad y 502 metros de diámetro en el fondo.
Las sabanas de las superficies más elevadas albergan plantas de bajo dosel de las familias Xiridácea, Abolbodácea, Droserácea, Bromeliácea, Rapatácea y Liliácea, todas con hojas en forma de roseta o de abanico, o bien tubulares, tiesas, carnosas y peludas. A orillas de los ríos se encuentran múltiples especies vegetales den­samente distribuidas, configurando los habitua­les bosques de galería. También aquí se observa gran cantidad de especies endémicas.
Las plantas más altas se encuentran en las áreas del piedemonte. El número de las especies vegetales que habitan en el fondo de las simas de colapso que se abren en el tope de los tepuyes es relativamente pequeño, pero el 66% de ellas sólo sobreviven en estos limitados rincones del mundo, distinguiéndose entre ellas las Machaerium myrianthum, Guarania huberi y Markea reticulata. Los muros de las simas no muestran cobertura vegetal, con excepción de pequeños entrantes y salientes, donde aparecen especies que se ajustan a esas difíciles condicio­nes edáficas y de sombra.

El acceso al Parque se hace por vía aérea, pues el río Caura presenta grandes dificultades de navegación.

lunes, 20 de agosto de 2018

PARQUE NACIONAL DUIDA-MARAHUACA


Situado en el centro-este del Territorio Fede­ral Amazonas, y decretado en la misma fecha que el anterior, este Parque tiene una extensión de 210.000 hectáreas. Sus mayores alturas al­canzan los 2.580 metros sobre el nivel del mar, hecho que contribuye a establecer una marcada diferencia de temperaturas entre las partes bajas (aprox. 28°C) y las cimas (unos 10°C).
Los cerros Duida y Marahuaca son tepuyes separados por un amplio cañón, por efecto de una gran falla geológica, cerca de los cuales

lestaca otro: El Huachamacari. En el piedemonte re extiende una densa selva lluviosa de grandes Irboles, que pareciera escalar las paredes, muy erticales, de estos cerros, que hacen casi impo­lible su ascenso por el lado sur; su lado norte, en Cambio, presenta pendientes suaves y fáciles de ?scalar.
Los inventarios realizados muestran una alta roporción de plantas endémicas, que contri-luyen a enriquecer el registro botánico existen-e. Aquí se han detectado 167 géneros de riptógamas vasculares y fanerógamas, así como O géneros y 169 especies nuevas.
La altiplanicie del cerro Duida está cubierta le una selva enana y densa, con árboles de ronco retorcido y hojas gruesas, también retor­:idas. Los pequeños árboles que aquí se en­:uentran son, en su gran mayoría, especies ?ndémicas. Por el contrario, el cerro Marahuaca, nás alto, posee menos vegetación, advirtiendo-;e pequeñas manchas selváticas. Destaca en él Ana hierba Rapatácea, endémica y caracterizada por llamativas flores amarillas visibles a gran listancia.
Los cerros Duida y Marahuaca presentan una exuberancia de plantas insectívoras del género Lleliamphora, o "plantas de jarro", que alcanzan Ilturas de más de 2,5 metros.
El parque cobija en sus diversos habitats una ¡ariada fauna, destacando gran cantidad de Primates, como el mono capuchino (Cebus sp.),
mono chucuto (Cacajau melanocephalus), el -nono de noche (Aotus trivirgatus) y el mono tití Saimiri sciureus). También se encuentra el jaguar Felis onca) y la danta (Tapirus terrestris). Entre la ibundante variedad de aves se cuenta el pico-:hato gargantiblanco (Platyrinchus mystaceus), ?l juanfeo (Nonnula rubecula) y la amazilia :olimorada (Amazilia viridigaster).

El acceso al Parque es por vía fluvial, gene­rando desde el Orinoco por las corrientes del 'aclamo o del Cunucunuma, travesía que debe lacerse en pequeñas embarcaciones, por las iificultades de navegación. El acceso por vía iérea se dificulta en el cerro Duida por la 'elocidad de los vientos y la virtual ausencia de itios de aterrizaje; el Marahuaca es más fácil )ara el descenso por los afloramientos de are­lisca y su área selvática reducida.

domingo, 19 de agosto de 2018

PARQUE NACIONAL YAPACANA


Decretado igualmente el 12 de diciembre de 978, el Parque Nacional Yapacana, situado en as tierras bajas del Territorio Federal Amazonas, ,n el ángulo más estrecho de la confluencia de es ríos Orinoco y Ventuari, tiene una extensión le 320.000 ha.
El parque está configurado por un terreno iuy plano, en el que destaca, súbitamente, el erro Yapacana, con 1.345 metros de altitud. En I área del Parque son notables tres tipos de abanas de diferente vegetación: sabanas abier­as no inundables, sabanas arboladas y la catinga mazónica,que consiste en un chaparral denso, fundado durante todo el año. En el piedemonte lel Yapacana llama la atención un suelo arenoso iuy blanco que, a diferencia de lo que sucede n otros tepuyes, presenta una vegetación muy xigua y de extrañas formas de crecimiento. En j altiplanicie se ven árboles y arbustos de gran ariedad, con una densa cobertura. A orillas de )5 caños también se desarrolla una vegetación lás alta y densa que la observada en las áreas de abana.
El estudio botánico del parque ha conducido hallazgos importantes como el del género entamerista, de la familia Tetrameristácea, que ha encontrado sólo en dos partes del mundo: quí y. en Malasia. Igualmente se ha registrado n gran número de especies con flores muy
vistosas y de variados colores en las laderas y cumbres del cerro, como la Geasonia Duidana el Tepuianthus Yapacanensis.
En su rica fauna se ha encontrado la Dendro­bates Steyermarkii, una rana pequeña, comple­tamente roja, únicamente conocida en este rincón del mundo amazónico.

El acceso al Parque se realiza por vía fluvial a través del Orinoco, penetrando por el río Yagua. La pista de aterrizaje más próxima se encuentra en Santa Bárbara, centro poblado ubicado en la confluencia del Ventuari con el Orinoco.

PARQUE NACIONAL SERRANIA DE LA NEBLINA


Decretado en la misma fecha que los anterio­res, el Parque Nacional Serranía de La Neblina tiene una superficie de 1.360.000 hectáreas, y se localiza al sur del Territorio Federal Amazonas en el límite con Brasil. Su nombre proviene de la nubosidad que cubre permanentemente las cumbres de la serranía. El pico La Neblina es la mayor altura del Parque, con 3.040 metros sobre el nivel del mar.
Su extremo sur se sitúa en el paralelo 0° 37' de latitud Norte, lo que contribuye al desarrollo de una vegetación típica de selva lluviosa en sus sectores más bajos. El Parque posee la más variada y densa vegetación de la Región.
Los estratos del suelo muestran el efecto de los movimientos tectónicos y orogénicos que definieron una serie-de cañones que separan los tepuyes del área. Entre ellos se destaca el Cañón Grande del Río Baría (afluente del Casiquiare), calificado como uno de los más hondos del mundo.

En las altiplanicies del Parque se halla el nayor nivel de endemismo entre las plantas. Este es el único lugar del planeta donde se ha encontrado la familiaSacciofoliácea, que agrupa >lantas deprimidas, con alturas no mayores de ),2 metros, de hojas subcarnosas congestionadas revolutas y flores de color blanco, solitarias y exilares. También son endémicos los géneros Jeblinae, Neblinathamnus, Neblinanthera Glo­sarion, Guaicia, Margiereocharis, Pyrrorhyza Tephalodendron.
En la fauna se distinguen muchísimas dife­entes especies, primordialmente aves y reptiles.
El acceso al Parque es difícil, pues su pene-ración fluvial debe hacerse a través de los ríos 'asimoni o Siapa, afluentes del Caño Casiquia­e, poco accesibles por su cobertura vegetal y lor los accidentes que presentan en las proxi­iidades del Parque. La penetración aérea es iás expedita, si se hace en helicóptero.

sábado, 18 de agosto de 2018

PARQUE NACIONAL PARIMA-TAPIRAPECO


Decretado el 5 de junio de 1991, este Parque Nacional tiene una extensión de 3,8 millones de hectáreas, y cubre el ámbito correspondiente a las serranías que le dan su nombre, en el Territorio Federal Amazonas. Constituye hoy día el parque nacional más grande del país, supe­rando al Canaima, el más grande existente hasta esa fecha.
Este Parque y el de Serranía de La Neblina delinean una amplia franja cuyos bordes oriental y sur marcan el límite con la república de Brasil. Su existencia obedece a la necesidad de proteger las vitales cabeceras de los ríos Orinoco, Siapa, Ocamo y Padamo. Las alturas de sus serranías principales varían entre los 1.000 y los 2.000 metros, descollando el pico Tamacuarí, con 2.340 metros sobre -el nivel del mar, en la serranía de Tapirapecó, y el cerro Delgado Chalbaud, con 1.047 metros, donde se encuen­tran las nacientes del Orinoco.
La cobertura natural es de bosque alto y denso, con techos superiores a los 40 metros. El inventario florístico y faunístico del Parque, aún por hacerse, resulta fundamental por su ubica­ción geopolítica.
El Parque acoge a gran parte de la población Yanomami, la cual se ha visto afectada por sucesivas invasiones de mineros ilegales de oro y diamantes, que en fechas recientes han causado estragos en la estructura de los suelos y en el equilibrio ecológico de esta zona.

El acceso al Parque se efectúa por vía aérea o fluvial; esta última con grandes dificultades en las áreas más próximas a las nacientes de los ríos.

viernes, 17 de agosto de 2018

MONUMENTO NATURAL FORMACIÓN DE TEPUYES


Por decreto de 5 de junio de 1991 se declaran como Monumentos Naturales todos los Tepuyes de la Región de Guayana que, en conjunto, representan una superficie de 1.700.000 hectáreas. El objetivo fundamental es proteger esos complejos pétreos, de peculiar configura­ción geomorfológica y florística, como testimo­nios de una de las formaciones más antiguas del planeta.
Estas masas orogénicas desgastadas por el tiempo muestran en su tope plano los implaca­bles efectos de la erosión, que ha socavado su aparente uniformidad marcándolos con severas irregularidades que dificultan extraordinaria­mente el recorrido de las cimas.
Entre los tepuyes más imponentes de Gua­yana destaca el Roraima, situado en la frontera entre Venezuela, Brasil y la Zona en Reclamación de Guayana, el cual, con una altitud de 2.810 metros, es uno de los más elevados de la Región. En esta majestuosa montaña se localizan las cabeceras de numerosas corrientes que alimen­tan al Esequibo, al Amazonas y al Orinoco; como por ejemplo, el río Karo, afluente del Mazzaruni, que vierte sus aguas en el Esequibo; el río Cotinga, que desemboca en el Branco, afluente del Amazonas; y los ríos Arabopo y Kukenán, que nutren el curso del Caroní.
El Roraima puede describirse morfológica­mente como un gigantesco bloque de arenisca cuyo tope relativamente plano ha sido sometido a los efectos de las lluvias; de donde la variedad que presenta en sus formas, grietas y cárcavas, algunas muy profundas, que ayudan a la confi­guración de galerías subterráneas. Su piede­monte se halla constituido por grandes cúmulos de depósitos provenientes del material arrastra­do de las partes más altas. La extensión de su altiplanicie es de 50 kilómetros de largo por 20 de ancho.
Hoy se conoce al cerro de La Neblina como el tepuy más alto, de 3.040 metros sobre el nivel del mar (altura máxima de la Región).
Se estima que la Región de Guayana posee, al menos, 53 tepuyes de gran relevancia geográ­fica y ecológica, entre los que cabe destacar los cerros Moriche, Parú, Huachamacari, Guaiqui­nima-tepuy, Marutani-Piazoi, Ichum, Perai-tepuy y Apauray, entre otros.


jueves, 16 de agosto de 2018

PROBLEMAS AMBIENTALES

Las tendencias actuales de desarrollo en la Región abarcan una serie de actividades suscep­tibles de afectar el ambiente, transformando el paisaje y generando materiales residuales que pueden generar serios problemas para los seres vivos. Al tomar en cuenta las potencialidades regionales y los problemas ocasionados por las actividades en desarrollo, puede plantearse un conjunto de perspectivas.
Existen cuatro grandes grupos de problemas ambientales en la Región: deterioro por causas naturales, conflictos en el uso de los recursos, contaminación ambiental y alteraciones sociales, apareciendo a menudo, sobre todo los tres últimos, estrechamente relacionados.
DETERIORO POR CAUSAS NATURALES
Las principales causas de deterioro de la calidad ambiental en Guayana, sin intervención del hombre, son las inundaciones y los incendios de vegetación.
En Guayana se producen estacionalmente incendios espontáneos de vegetación en la época más calurosa, de diciembre a abril. Con­secuencia de ello es la sustitución de la comuni­dad vegetal por otra no óptima para el mante­nimiento del equilibrio interespecies. Este fenó­meno puede llegar a ocasionar drásticos cambios ambientales por la degradación de los suelos, el incremento de sedimentos que son arrastrados por el viento y las aguas superficiales, y la alteración de la capa vegetal que tiende, a su vez, a la modificación de las condiciones climá­ticas en amplios espacios.

Desde 1981 existe en la Región un programa de detección y combate de incendios, imple­mentado por EDELCA, tendiente a minimizar los daños ocasionados por los incendios, junto con un plan educativo y campaña de prevención entre la población, tanto civil como indígena.

miércoles, 15 de agosto de 2018

CONFLICTOS EN EL USO DE LOS RECURSOS


El aprovechamiento de un recurso es una acción transformadora del medio que puede tener repercusiones, a su vez, sobre otros recur­sos, incidiendo en la alteración de ecosistema's y ambientes. En la Región de Guayana podemos señalar algunos conflictos actuales en el uso de 4 la tierra, el aprovechamieto de las aguas, la explotación de la flora y la fauna, y la alteración del paisaje.

martes, 14 de agosto de 2018

APROVECHAMIENTO DE LAS AGUAS


El principal uso de las aguas en la Región de Guayana es el aprovechamiento hidroeléctrico, mediante la construcción de represas (princi­palmente en el río Caroní). Estos gigantescos ingenios, al acumular las aguas y regular su flujo para transformar su energía potencial en energía cinética de las turbinas y, posteriormente, en energía eléctrica inducida, al tiempo que pro­ducen un beneficio tecnológico ocasionan cam­bios importantes, a veces drásticos, en el medio ambiente: La acumulación del agua en el área de represamiento afecta a las formas de vida animal y vegetal, que deben adaptarse en con­secuencia, resultando en muchos casos modifi­cadas al producirse migraciones; la posible eu­troficación de las aguas inundadas con vegeta­ción altera asimismo el entorno biótico, favore­ciendo la aparición y desaparición de algunas especies en la zona. La regulación del flujo de las aguas que salen de la represa contribuye también a modificar el paisaje río abajo de la misma, al reducirse la fuerza de arrastre de sedimentos. Estas alteraciones de los cursos de agua naturales comportan finalmente cambios en los patrones de evaporación y precipitación, afectando en consecuencia la temperatura y, en general, el :lima, a veces en amplios espacios geográficos.

Otras formas de aprovechamiento son la )btención de aguas para consumo, y la utilización Je las corrientes para el desecho de aguas ;ervidas. En todos los casos es importante tener ?.n cuenta los posibles efectos, globales y espe­:íficos, del uso de las aguas, tanto en el entorno nmediato como en lugares distintos al sitio de aprovechamiento.

domingo, 12 de agosto de 2018

EXPLOTACIÓN DE LA FLORA Y LA FAUNA

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La explotación de estos recursos conlleva una obvia alteración de los ecosistemas preserv­es en la Región. La sobreexplotación o explota­'ión indiscriminada de determinadas especies de flora o fauna, apreciadas por su valor en el mercado, puede representar un peligro de ex­tinción, sobre todo considerando las caracterís­ticas de endemismo de muchas de ellas o su escaso número de ejemplares. Entre las especies faunísticas actualmente en riesgo de extinción se encuentran la tortuga arrau (Podocnemis expansa), el caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius), el manatí (Trichechus manatus), el mono chucuto (Cacajao melanocephalus), la danta (Tapirus terrestris) y el perro de agua pequeño (Lutra longicaudis).
Las repercusiones ecológicas son considera­bles: la destrucción de una especie puede con­ducir a la proliferación de otras que le servían de alimento, sobrepoblando el área y alterando el equilibrio entre las formas de vida existentes y su medio ambiente natural. Ello puede acarrear, a la larga, alteraciones importantes del paisaje, incluyendo la posibilidad de desaparición de la vida.
 Deforestación

ALTERACION DEL PAISAJE El aprovechamiento del paisaje a través de sarrollos turísticos puede ocasionar, a veces a uy corto plazo, la reducción de los mismos 'alares escénicos que se intentan explotar, si no
e hace un estudio cuidadoso de las relaciones cológicas y del impacto ambiental de las alte­aciones producidas por el hombre, a fin de evitar las actividades que se desarrollen a aque­,as cónsonas con el equilibrio ambiental del .rea. Además, la propia intensidad del uso al fue se someta un espacio dado puede acarrear u deterioro. En la Región de Guayana debe Irestarse especial atención a los desarrollos Urísticos de selva, de modo de evitar el deterioro lel paisaje.
Otra actividad humana que ocasiona hoy ;everos deterioros del paisaje es la minería no tdanificada. La destrucción de los bosques y los estratos edáficos en las proximidades de los :ursos de agua, como consecuencia de labores de explotación indiscriminadas, origina un signi­icativo incremento de sedimentos en las co­-rientes, alterándolas y dejando grandes espacios vacíos de vegetación, convirtiendo importantes reas de bosques húmedos en badlands o "zonas de desastre ecológico".
CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

Estrechamente relacionados con los conflic­:os en el uso de los recursos, aparecen los problemas de contaminación ambiental, que pueden clasificarse en cuatro grandes grupos: :ontaminación atmosférica, de las aguas, sónica, por desechos sólidos o semisólidos.