jueves, 26 de julio de 2018

COMUNIDADES INDÍGENAS DE LA REGIÓN


En la Región de Guayana habita un total de 25 grupos étnicos, muy diferenciados tanto cultural como lingüísticamente, que aún con­servan gran parte de sus patrones culturales tradicionales a pesar de que en su mayoría han estado sometidos en los últimos años a un fuerte proceso de aculturación.
Estos indígenas están distribuidos por toda la superficie de las tres entidades de la Región, desde las cabeceras del río Orinoco hasta su desembocadura, en sus comunidades disemi­nadas por las sabanas, tierras montañosas y la zona deltaica de este inmenso territorio.
Su población total en las tres entidades, según el Censo Indígena de 1982, era para esa fecha de 69.623 personas, lo que representaba el 50% de la población indígena de Venezuela. En 1992 se estima un número de 90.000 habi­tantes para esta población.
POBLACION INDIGENA: GRUPO ETNICOS
WARAO 26% 17.654

POBLACION INDIGENA EN LA REGION DE GUAYANA
T.F. AMAZONAS
43% 30.163
YANOMAMI 17% 12.081
PEMON 16% 11.462
WOTUHA 10% 7.030
HIWI 9% 6.400
YEKWANA 4% 3.033
EÑAPA 3,4% 2.379
KARIÑA 2,7% 1.916
KURRIM 2,3% 1.623
BARE 1,8% 1.265
BANIWA 1,6% 1.167
OTROS GRUPOS 6,2%
FUENTE Datos del Censo Indígena 1982
Con muy pocas excepciones, resultante de su aculturación reciente, la población de Guaya­na se halla repartida en pequeñas comunidades, generalmente de menos de 50 habitantes, que constituyen unidades socio-políticas y territoria­les autónomas, cuyos miembros están unidos por lazos de parentesco. Cada familia que con­forma la comunidad se constituye en una unidad básica de producción y consumo, económica­mente autónoma, capaz de producir todos los productos que necesita para su subsistencia. Este modelo comunitario tiende a crear socie­dades igualitarias, sin la figura de "jefe", sino liderizadas por hombres de prestigio, cuyas tomas de decisión surgen del consenso.
La dispersión de estas comunidades por toda la Región de Guayana produce una densidad de población muy baja, de aproximadamente 0,1­0,2 habitantes por kilómetro cuadrado, la cual expresa su estrategia de adaptación a los recursos de su medio ambiente. De este patrón nace una relación armoniosa hombre-ecosistema, que per­mite una explotación sostenible de los recursos vegetales y animales de su territorio. Este es un valioso ejemplo de subsistencia al que debemos agradecer la conservación, hasta nuestros días, de los recursos naturales en unas tierras habita­das por los hombres desde épocas remotas. Lamentablemente, los nuevos modelos de
utilización de recursos que han sido introducidos recientemente en muchas comunidades indí‑
ESTADO
DELTA AMACURO
26% 17.682
ESTADO BOLIVAR 31% 21.778

genas mediante el proceso de aculturación (o de invasión) por parte de la sociedad industriali­zada, no siempre demuestran ser adaptativos, sino destructivos, al desconocer su experiencia milenaria y sobreponer a ella el afán de explota­ción sin criterios conservacionistas.

El problema de la conservación de la tierra y sus recursos está muy presente hoy en la mente de los indígenas. El acceso a la educación formal y el aumento de bilingüismo les ha proporcio­nado un mejor conocimiento del sistema políti­co y económico del país, que actualmente los hace más conscientes de sus derechos y sus problemas, y de los peligros de la aculturación. Este desarrollo ha contribuido en gran parte a la aparición de organizaciones indígenas en los últimos 10 años para luchar por sus derechos y, en especial defender sus tierras y su identidad cultural.

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