En la Región de Guayana habita un total de 25
grupos étnicos, muy diferenciados tanto cultural como
lingüísticamente, que aún conservan gran parte de sus patrones culturales tradicionales
a pesar de que en su mayoría han estado sometidos en los últimos años a un fuerte
proceso de aculturación.
Estos indígenas están distribuidos por toda la superficie de las tres entidades de la Región, desde las cabeceras
del río Orinoco hasta su desembocadura, en
sus comunidades diseminadas por las
sabanas, tierras montañosas y la zona deltaica de este inmenso
territorio.
Su población total en
las tres entidades, según el Censo Indígena de
1982, era para esa fecha de 69.623 personas, lo
que representaba el 50% de la población indígena de Venezuela. En 1992
se estima un número de 90.000 habitantes para esta población.
POBLACION INDIGENA: GRUPO ETNICOS
WARAO 26% 17.654
POBLACION INDIGENA EN LA
REGION DE GUAYANA
T.F.
AMAZONAS
43% 30.163
43% 30.163
YANOMAMI 17% 12.081
PEMON 16% 11.462
WOTUHA
10% 7.030
HIWI 9% 6.400
YEKWANA 4% 3.033
EÑAPA 3,4% 2.379
KARIÑA 2,7% 1.916
KURRIM 2,3% 1.623
BARE 1,8% 1.265
BANIWA 1,6% 1.167
OTROS GRUPOS 6,2%
FUENTE Datos del Censo
Indígena 1982
Con muy pocas excepciones, resultante de su
aculturación reciente, la población de Guayana se halla repartida en pequeñas comunidades,
generalmente de menos de 50 habitantes, que constituyen unidades socio-políticas y territoriales autónomas, cuyos miembros están unidos por lazos de parentesco. Cada familia que conforma la comunidad se constituye en una unidad básica de producción y consumo, económicamente autónoma, capaz de producir todos los productos que necesita para su subsistencia. Este
modelo comunitario tiende a crear sociedades igualitarias, sin la figura de "jefe", sino liderizadas por hombres de prestigio, cuyas tomas
de decisión surgen del consenso.
La dispersión de estas comunidades por toda la Región de Guayana produce
una densidad de población muy baja, de
aproximadamente 0,10,2 habitantes
por kilómetro cuadrado, la cual expresa
su estrategia de adaptación a los recursos de su medio ambiente. De este patrón nace una relación armoniosa hombre-ecosistema, que permite una explotación sostenible de los recursos vegetales y animales de su territorio. Este es un valioso
ejemplo de subsistencia al que debemos agradecer
la conservación, hasta nuestros días, de los recursos naturales en unas tierras
habitadas por los hombres desde épocas remotas. Lamentablemente, los nuevos modelos de
utilización
de recursos que han sido introducidos recientemente
en muchas comunidades indí‑
ESTADO
DELTA AMACURO
26% 17.682
DELTA AMACURO
26% 17.682
ESTADO BOLIVAR 31% 21.778
genas
mediante el proceso de aculturación (o de
invasión) por parte de la sociedad industrializada, no siempre
demuestran ser adaptativos, sino destructivos,
al desconocer su experiencia milenaria
y sobreponer a ella el afán de explotación sin criterios
conservacionistas.
El problema de la conservación de la tierra y sus
recursos está muy presente hoy en la mente de los indígenas. El acceso a la educación
formal y el aumento de bilingüismo
les ha proporcionado un mejor conocimiento del sistema político y económico
del país, que actualmente los hace más conscientes de sus derechos y sus problemas, y de los peligros de la aculturación. Este desarrollo ha contribuido en gran parte a la aparición de
organizaciones indígenas en los últimos 10
años para luchar por sus derechos y, en especial defender sus tierras y
su identidad cultural.
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