jueves, 14 de junio de 2018

LA INDUSTRIA DEL ALUMINIO

La bauxita, o mineral de aluminio, es fun­damentalmente óxido de aluminio hidratado que se forma por descomposición de casi cual­quier tipo de roca por el efecto acumulativo de los agentes meteorológicos durante millones de años. Bajo condiciones favorables de tempera­tura y Iluviosidad, la roca se disuelve quedando como residuo una concentración de óxidos hidratados de aluminio y, con frecuencia, óxidos de hierro, sílice y otros minerales asociados, dependiendo de la composición original de la roca madre. Sin embargo, a pesar de ser la bauxita uno de los materiales más abundantes en la corteza terrestre, sólo se presenta en acumulaciones comercialmente explotables en las regiones tropicales y subtropicales del globo.
La bauxita es la materia prima mineral de la que se obtiene, primeramente, alúmina (óxido de aluminio) y, luego, aluminio metálico. El proceso se lleva a cabo comercialmente por medios fisicoquímicos que incluyen la trituración mecánica y la disolución de la bauxita, con la adición de otras sustancias, bajo condiciones de altas presiones y temperaturas; la centrifugación, lavado y sedimentación de la suspensión obte­nida; y el filtrado, decantación y separación de la alúmina hidratada resultante, que es finalmente precipitada y calcinada, obteniéndose un polvo constituido por óxido de aluminio de alto grado de pureza. La obtención del aluminio se logra posteriormente por descomposición electrolítica del óxido de aluminio en sus componentes elementales: aluminio y oxígeno; y, dado que la relación de peso entre éstos es aproximada­mente de 50% y 50% en la alúmina, se requieren, en términos generales, 2 kilogramos de alúmina para producir 1 kilogramo de aluminio.
El aluminio es un metal fuerte, liviano, resis­tente a la corrosión, no tóxico, fácilmente aleable y reutilizable, características que hacen de su producción un factor prioritario en el mundo de hoy.
Venezuela es un país que cuenta para comercialización de la producción del alumini con condiciones excepcionales, ya que pose todos los recursos necesarios para la integració vertical de esta industria (extracción de bauxit, obtención de alúmina y, posteriormente, d aluminio primario) en un espacio geográfic relativamente reducido logrando, así, altos índ ces de economía en la producción, lo que I permite competir ventajosamente en el mercad internacional.
En efecto, la Región de Guayana contien todo lo necesario para hacer de la industrializ¿ ción del aluminio una de las empresas rri. rentables del país: yacimientos abundantes d bauxita, de relativa fácil extracción (a del abierto), facilidad de transporte de la bauxita posteriormente, del mineral procesado (por ( canal de navegación del río Orinoco, hasta s salida a rutas internacionales), energía eléctric abundante y de bajo costo (proveniente de la cercanas centrales hidroeléctricas del río Caroní y la infraestructura industrial para los procesc de conversión de la bauxita en alúmina y I otención del aluminio primario (representado por las plantas de procesamiento y de reducció electrolítica).
La industria del aluminio en Venezuela s inicia, históricamente, por el último eslabón d su integración vertical.
En 1960 se instauran conversaciones formal( con la empresa norteamericana Reynolds Inte national, Inc. con el fin de establecer una plan de reducción de aluminio a partir de alúmir importada en la Región de Guayana.
La localización de la planta cerca de Ciuck Guayana, en la confluencia del Orinoco con Caroní, obedece al enorme potencial energétic que ofrecía la electrificación de este río, ya ( marcha desde unos años antes a raíz del inic de la industria siderúrgica en la zona (véase generación de energía hidroeléctrica). Dado alto consumo de energía eléctrica que requi€ el proceso de conversión de alúmina en alur nio, la proximidad de este recurso hacía ideal sitio para la instalación de una industria proyección internacional. En efecto, son poc los países que cuentan con el recurso eléctri suficiente a precios atractivos para la operad de una industria de aluminio de grandes p porciones. Los estudios económicos y de facti lidad efectuados mostraban la posibilidad de explotación de energía hidroeléctrica en la zona para abastecer la planta siderúrgica en funcio­namiento, una planta productora de aluminio, y el conjunto de plantas industriales subsidiarias de estos desarrollos.
Simultáneamente a la obra de ampliación del aprovechamiento hidroeléctrico del río Ca­roní se dio inicio a la instalación de la planta productora de aluminio.
C.V.G. Aluminio del Caroní, S.A. (ALCASA) se inauguró en octubre de 1967 en la zona indus­trial de Matanzas, en las afueras de Ciudad Guayana, con la participación conjunta de la Corporación Venezolana de Fomento y la em­presa Reynolds International, Inc., a partes igua­les, con una capacidad inicial de producción de 10.000 toneladas anuales de lingotes de alumi­nio primario. El éxito logrado en la naciente industria motivó que ya en 1968 se ampliaran sus instalaciones para aumentar la producción a 22.500 toneladas métricas anuales. Nuevos re­querimientos de los mercados nacionales y el incremento de la demanda internacional obli­garon a elevar nuevamente la producción de aluminio primario a 50.000 toneladas para el año 1973.
Ampliaciones adicionales realizadas entre 1974 y 1978 ascendieron la producción a 120.000 toneladas anuales, gracias a la instala­ción de modernos y avanzados equipos para la obtención de aluminio por el método de reducción, incluyendo sistemas computarizados para el control de procesos, la detección de residuos y la eliminación de gases y humos, con el fin de optimizar el rendimiento y reducir al mínimo los efectos ambientales negativos.
Todo ello ha hecho de ALCASA una de las plantas reductoras de aluminio con mayor capa­cidad de producción en Latinoamérica y el mundo.
El proceso industrial de producción de alu­minio se realiza por reducción electrolítica de la alúmina (oxido de aluminio, Al203) disuelta en un baño de criolita (3 NaF.A1F3) y otros aditivos, en celdas de corriente continua. El paso de corriente eléctrica disocia la molécula de alúmina en sus componentes: el oxígeno, atraído por los ánodos de coque y alquitrán compactado forma bióxido de carbono (CO2), mientras el aluminio atraído por los cátodos se precipita en el fondo del recipiente.
La planta de reducción de ALCASA se com­pone de cuatro líneas de celdas. Las dos prime­ras, con una capacidad total instalada de 50.000 toneladas anuales, iniciaron su operación en 1967; la línea 3, resultante de las ampliaciones realizadas entre 1974 y 1978, posee una capaci­dad de 70.000 toneladas anuales; mientras la línea 4, ya terminada, permitirá aumentar la producción de aluminio primario en unas 90.000 toneladas más mediante la puesta en operación de 216 celdas reductoras adicionales. La obten­ción de aluminio se lleva a cabo en forma continua, los 365 días del año, trasegando las celdas cada 24 horas.
El metal proveniente de las celdas de reduc­ción, consistente en 99.8% de aluminio puro, es vaciado en hornos donde se añaden otros meta­les, como titanio, magnesio, cobre o hierro, para producir diversas aleaciones.
ALCASA posee 12 grandes hornos de fundi­ción, con una capacidad de producción diaria de aproximadamente 300 toneladas en cilindros y lingotes de diversas formas y tamaños, para su uso en la industria; así como plantas de lamina­ción, en Ciudad Guayana y en Guacara, para convertir los lingotes requeridos en láminas delgadas. El proyecto de Laminación Guayana (denominado LAMPO) contempla aumentar la capacidad de producción de esta planta a 60.000 toneladas anuales de láminas de aluminio duras y blandas, mediante la incorporación de mo­dernos y eficientes equipos, cuya última etapa de instalación acaba de completarse. La planta laminadora de Guacara (Edo. Carabobo), que inició operaciones en 1968 para la elaboración de techos y papel de aluminio de uso doméstico e industrial ha incorporado, tras sucesivas amplia­ciones, una avanzada tecnología para la produc­ción de papel de aluminio en varias presenta­ciones, así como láminas blandas de diversas formas y tamaños, todos ellos productos de amplia utilización doméstica, comercial e indus­trial, que abastecen tanto el mercado nacional como extranjero. La capacidad de producción actual de esta planta es de 24.000 toneladas anuales, y se espera alcanzar las 35.000 toneladas al finalizar el actual proceso de ampliación y construcción. Los proyectos de expansión de ALCASA contemplan, además, el desarrollo de la planta de carbón, donde se producen los ánodos de las celdas electrolíticas. Entre los nuevos productos que saldrán al mercado con las recientes ampliaciones se cuentan láminas coloreadas y con acabados especiales, tabiques para paredes y techos, envases para bebidas y productos enlatados, piezas fundidas para la Industria automotriz, remolques y cuerpos trase­ros de camiones cubiertos, piscinas prefabricadas cuerpos de barcos.
Como consecuencia de los grandes progre-os experimentados en la industria de produc­ción del aluminio, en agosto de 1973 se consti­tuye C.V.G. Industria Venezolana de Aluminio, C.A. (C.V.G. VENALUM), empresa de capital 'mixto con participación de Japón y Venezuela, con sede asimismo en la zona industrial de 1Matanzas, Ciudad Guayana (Estado Bolívar), a objeto de producir aluminio primario y aleacio­nes para exportación. Tras varias modificaciones, del capital accionario, VENALUM inicia activi­dades en julio de 1978 con un capital social repartido en un 80% entre el Fondo de Inversio­nes de Venezuela (F. I.V.) y la Corporación Venezolana de Guayana (C.V.G.), y el 20% restante perteneciente al grupo de empresas japonesas, lideradas por Showa Denko.K.K.
La capacidad de producción de VENALUM, de 280.000 toneladas métricas anuales de alu­minio primario para el momento de su puesta en marcha, ha ido en continuo ascenso llegando  a superar las 397.000 toneladas en 1990. En los actuales momentos, con la ampliación, ya ter­minada, de la 5ta. línea de producción, alcan­zará una capacidad máxima instalada de 430.000 toneladas anuales de aluminio primario, lo que convierte a VENALUM en una de las mayores empresas productoras de aluminio en el mundo. Característica destacada de VENALUM es su avanzada tecnología. Esta empresa cuenta con uno de los más modernos y eficientes muelles de embarque de productos terminados y de­sembarque de materias primas existente en Latinoamérica. Las operaciones de recepción de materiales y distribución de energía están controladas por sistemas computarizados, así como el funcionamiento de las celdas electrolí­ticas para la conversión de aluminio. Estas, distribuidas en cinco líneas de producción, as­cienden a un total de 900, entre las que cabe destacar la celda prototipo V-350, puesta en operación en 1990 tras cuatro años de cálculos y diseño estructural. Esta celda de reducción de alto amperaje (350 kiloamperios), que consta de 36 ánodos y constituye una importante muestra del desarrollo de la industria metalme­cánica nacional, aporta una capacidad de pro­ducción de 2.620 kilogramos de aluminio pri­mario al día. La posesión de esta tecnología de vanguardia ha proporcionado a VENALUM una máxima rentabilidad, que la sitúa actualmente en el segundo lugar en el país como empresa generadora de divisas (superada tan sólo por la industria petrolera). En tal sentido cabe señalar que un porcentaje superior al 70% de las ventas anuales de VENALUM se dirige a los mercados internacionales. La empresa posee contratos de ventas a futuro por 1.556.000 toneladas métricas de su producción a lo largo de seis años; lo que, considerando la capacidad máxima de 430.000 toneladas indicada, comporta el 60% de su producción total.
La preocupación de VENALUM por la cali­dad ambiental la ha llevado a mantener controles periódicos de las variables que intervienen en los procesos de producción. Constantemente se analizan los niveles de contaminantes que pue­dan afectar al personal, o a la flora o fauna circundantes. VENALUM ha instalado sistemas de control de emisiones gaseosas, de humos y liberación de partículas, y ha diseñado un plan de tratamiento de aguas negras, junto con un proyecto de aprovechamiento de residuos in­dustriales. Los sistemas y dispositivos anticon­taminantes de VENALUM se cuentan entre los más avanzados del país.
En 1977 se constituye C.V.G. Interamericana de Alúmina, C.A.(INTERALUMINA) en la misma localidad de Matanzas (Estado Bolívar) en que funcionaban las industrias productoras de alu­minio, mediante asociación del Fondo de Inver­siones de Venezuela y la Corporación Venezola­na de Guayana, suscribiendo más del 90% de participación conjunta, con la empresa suiza Swiss Aluminium, Ltd. (ALUSUISSE), que aporta el resto del capital social. El objeto de la empresa es extraer del mineral bauxita el óxido de aluminio o alúmina, materia básica para la obtención de aluminio (en el momento de concebir este proyecto no se habían descubierto aún los importantes yacimientos de bauxita de Los Piji­guaos, véase a continuación), con el fin de asegurar la continuidad de la industria de pro­ducción de aluminio primario. Venezuela era ya el octavo productor mundial, de aluminio, por lo que convenía proteger la pujante industria na­cional mediante un suministro seguro de alúmina elaborada en el país. Para ello se contaba con el enorme recurso energético del río Caroní. En efecto, la obtención de alúmina exige un elevado consumo eléctrico que alcanza, en algunos casos, casi un 20% del costo de producción. En Vene­zuela, la gran disponibilidad de este recurso y su proximidad del centro de producción permitiría
reducir este costo a sólo un 12 o 13%.
La construcción de la planta se inició en 1978, entrando en operación en 1983 con los avances tecnológicos necesarios para la extracción de la alúmina de la bauxita a través de proceso Bayer, proporcionado por ALUSU ISSE, para la precipita­ción de la bauxita mediante la adición de soda cáustica a alta presión y temperatura. La capaci­dad instalada de la empresa es de un millón de toneladas métricas al año pero, gracias a la optimización de sus procesos de operación, la producción en 1991 de 1.481.110 TM superó ya en un 40% su capacidad nominal. El proyecto de expansión actual de I NTERALUMINA preve un incremento de la producción a 2 millones de toneladas métricas para el futuro inmediato, contemplando la factibilidad de una tercera línea de producción a más largo plazo para llegar a 3 millones de toneladas anuales de alúmina de primera calidad. Los aportes tecnológicos que harán esto posible incluyen la nueva planta de control de oxalato, para la eliminación de las sustancias orgánicas disueltas en la suspensión; la incorporación del calcinador Polia, el de mayor capacidad de su tipo en el mundo; y la reciente construcción de la pila de almacenamiento de bauxita, con una capacidad de un millón y medio de toneladas, que garantizará el suministro de bauxita durante los meses en que el río Orinoco no es navegable y ésta no puede ser transportada desde su puerto de embarque de El Jobal. La finalidad principal de los planes de expansión es cubrir la demanda creciente de las empresas productoras de aluminio ya existentes (ALCASA y VENALUM), así como de otras, de aluminio primario y productos elaborados, de creación más reciente o que se encuentran en proyecto para la presente década. (Aquí merecen citarse ALUSUR, con una capacidad nominal de 115 a 120 mil toneladas anuales; ALAMSA, prevista para 180.000 toneladas anuales; ALUYANA, entre 360 y 400 mil toneladas; ALISA, con 215 mil toneladas; ALDANCA, 190 mil; entre otras, todas empresas de capital privado.)
Además de constituir la materia prima para la obtención del aluminio, la alúmina posee muchos otros usos en la industria. Por su incombustibilidad y por ser químicamente inerte, entra principal­mente en la preparación de compuestos extin­guidores de incendios, y en la elaboración de pinturas y recubrimientos especiales no combus­tibles. En las refinerías y en la industria química tiene un uso destacado como catalizador, y se emplea como material aislante en la fabricación de cerámicas (por ejemplo, en la construcción de bujías de encendido para motores de explosión). Por su condición de abrasivo suave, se utiliza como agente limpiador en la elaboración de pulituras y pasta dentífrica.
La alúmina venezolana es altamente competi­tiva en todos estos usos, tanto en los mercados nacionales como en el exterior, por su elevado grado de pureza del 99.7%. La calidad lograda, unida a la integración del proceso de obtención del aluminio en el país, ha permitido a Venezuela ascender actualmente al séptimo lugar como productor de aluminio en el mundo.
El último hito histórico de la instalación de la industria del aluminio en Venezuela es, precisa­mente, el primer escalón de su integración verti­cal, que completa todo el proceso de producción en el país.
La empresa CVG-Bauxita Venezolana, C.A. (BAUXIVEN), creada por el Estado Venezolano en febrero de 1979, tiene a su cargo la tarea de explorar, evaluar y desarrollar los yacimientos de bauxita en la Región de Guayana, incluyendo los procesos de explotación, industrialización y co­mercialización de la materia prima. BAUXIVEN dispone de los equipos móviles necesarios para la deforestación, movimientos de tierra y ex­tracción del mineral, sistemas e instalaciones de trituración y apilamiento de bauxita, equipos de transporte en los muelles, y gabarras de carga. Esta empresa, conformada actualmente con partici­pación de la Corporación Venezolana de Guayana y C.V.G. Ferrominera Orinoco, C.A., ha llevado a cabo la explotación de la bauxita existente en la altiplanicie de la Serranía Los Pijiguaos, en el Municipio Cedeño del Estado Bolívar, a altitudes comprendidas entre 600 y 700 metros sobre el nivel del mar, donde se descubrieron grandes acumulaciones del mineral en 1976, tras largos años de búsqueda.
El interés de Venezuela por encontrar bauxita obedecía a que ello podría convertir al país en uno de los primeros productores mundiales de aluminio, al cumplir todas las fases del proceso de producción. Venezuela había iniciado ya la pro­ducción de aluminio primario en 1967 (véase La industria del aluminio, arriba) importando bauxita de Guyana, Surinam y Brasil, a fin de aprovechar el cuantioso recurso energético del río Caroní.
Ya antes de la Segunda Guerra Mundial se habían efectuado algunos tanteos en búsqueda de bauxita en Venezuela, pero fue en 1944 cuando se llevó a cabo la primera exploración organizada del mineral. Dada la abundancia de este recurso en los países vecinos de Guyana y Brasil, los geólogos venezolanos atribuían una alta probabilidad a su existencia en la Región de Guayana. A partir de 1950 se inicia la búsqueda sistemática del mineral en la selvática Región por parte del Ministerio de Minas y de la Corporación Venezolana de Guayana. Tras veinte años de ardua labor exploratoria, en 1970 se encuentran los primeros indicios de la existencia del mineral en la Serranía Los Pijiguaos. Hacia 1974 se divide la tarea de exploración entre los organismos involucrados, adjudicándose por áreas el territorio de la Región. Luego de dieciocho meses de intensa búsqueda, finalmente en 1976 se deter­mina la presencia de ricos yacimientos de alto tenor en la zona (49.5% de Al203).
El yacimiento de Los Pijiguaos, con unas reservas probadas superiores a 200 millones de toneladas métricas, suficientes para responder a las necesidades de INTERALUMINA durante un lapso de tiempo mayor a 30 años al ritmo de 6 millones de toneladas de producción anual, ha sido enclave del desarrollo de la zona, antes prácticamente inhabitada y surcada actual­mente por carreteras asfaltadas y puentes que la hacen transitable durante todo el año. Hay ade­más una pista de aterrizaje asfaltada de 1.400 metros para su acceso por vía aérea. El mineral extraído es trasladado por correa transportadora y vía ferroviaria, en un trayecto de 54 kilómetros que atraviesa el río Suapure hasta el puerto de embarque de El Jobal, sobre el río Orinoco, de donde sale en gabarras siguiendo el canal de navegación de 650 kilómetros de recorrido hacia la planta de INTERALUMINA en Puerto Ordaz. (Dicho canal de navegación en el río Orinoco, cuyo mantenimiento cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Canalizaciones, no sólo es vital para el transporte de la bauxita, sino también de otros productos que, provenientes de la Región Suroccidental y de Los Llanos, podrán ser llevados a Puerto Ordaz para su comercialización, contribuyendo así al desarrollo de la Región y de la zona.)
Los estudios geomorfológicos efectuados por BAUXIVEN en la Región revelan la presencia de otras terrazas con características semejantes a las actualmente en producción, tanto en otras áreas de la Serranía Los Pijiguaos como en la Serranía La Cerbatana al sur de Caicara del Orinoco y en la Serranía Parguaza, a la. margen derecha del río del mismo nombre. El total de reservas probables de bauxita en los alrededores de Los Pijiguaos se estima en varios miles de millones de toneladas métricas. El Estado Bolívar posee además otros yacimientos de bauxita de valor comercial en las áreas de Upata, El Palmar, Nuria, Guaicas y La Gran Sabana, que no' han sido aún totalmente evaluados.
La producción actual de BAUXIVEN asciende a 2 millones de toneladas por año (para 1991), lo que corresponde aproximadamente a su capaci­dad instalada. Los planes de expansión de la empresa contemplan el mejoramiento y amplia­ción de las instalaciones existentes para las ope­raciones de extracción, trituración, transporte (terrestre y fluvial) y almacenamiento del mineral, esperando elevar su capacidad total a 6 millones de toneladas para el año 1994. Las entregas de bauxita a INTERALUMINA superaron en 1990 el millón de toneladas, significando un ahorro de divisas de importaciones para el país superior a los 40 millones de dólares. El incremento de los embarques a INTERALUMINA llevará en corto plazo al autoabastecimiento nacional de materia prima para la producción de alúmina.

En materia de protección ambiental, BAUXI­VEN lleva a cabo tareas de recolección y disposi­ción de desechos, y adelanta la construcción de una planta de tratamiento de agua para proteger el medio ambiente y atender las necesidades futuras de una población que se estima llegará, dentro de los planes de expansión de la empresa, a unos 10.000 habitantes. Asimismo realiza pro­gramas de reforestación y pone en práctica medi­das preventivas y correctivas del impacto ambien­tal de sus actividades en la zona, además de atender a la población indígena con servicios médicos y educativos, en vistas a un desarrollo armónico y equilibrado de Guayana.

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