La bauxita, o mineral de aluminio, es fundamentalmente
óxido de aluminio hidratado que se forma por descomposición de casi cualquier tipo de roca por el efecto acumulativo de los
agentes meteorológicos durante millones de años.
Bajo condiciones favorables de temperatura y Iluviosidad, la roca se
disuelve quedando como residuo una
concentración de óxidos hidratados de aluminio y, con frecuencia, óxidos
de hierro, sílice y otros minerales asociados, dependiendo de la composición original de la roca madre. Sin embargo, a pesar de ser la bauxita uno de los materiales más abundantes en
la corteza terrestre, sólo se presenta en acumulaciones
comercialmente explotables en las regiones tropicales y subtropicales
del globo.
La bauxita es la materia prima mineral de la que se obtiene, primeramente, alúmina (óxido de aluminio) y, luego, aluminio metálico. El proceso se lleva a cabo comercialmente por medios
fisicoquímicos que incluyen la trituración mecánica
y la disolución de la bauxita, con la adición de otras sustancias, bajo
condiciones de altas presiones y
temperaturas; la centrifugación, lavado
y sedimentación de la suspensión obtenida; y el filtrado, decantación y
separación de la alúmina hidratada resultante, que es finalmente precipitada y
calcinada, obteniéndose un polvo constituido
por óxido de aluminio de alto grado de pureza. La obtención del aluminio
se logra posteriormente por descomposición electrolítica del óxido de aluminio
en sus componentes elementales: aluminio y oxígeno; y, dado que la relación de peso entre éstos es aproximadamente de 50% y 50% en la alúmina, se requieren, en
términos generales, 2 kilogramos de alúmina para producir 1 kilogramo de
aluminio.
El aluminio es un metal
fuerte, liviano, resistente a la corrosión, no tóxico, fácilmente aleable y
reutilizable, características que hacen de su producción un factor prioritario
en el mundo de hoy.
Venezuela
es un país que cuenta para comercialización
de la producción del alumini con condiciones excepcionales, ya que pose
todos los recursos necesarios para la integració vertical de esta industria
(extracción de bauxit, obtención de alúmina
y, posteriormente, d aluminio primario) en un espacio geográfic
relativamente reducido logrando, así, altos índ ces de economía en la producción, lo que I permite competir
ventajosamente en el mercad internacional.
En efecto, la Región de Guayana contien todo lo necesario para hacer
de la industrializ¿ ción del aluminio una de
las empresas rri. rentables del país: yacimientos abundantes d bauxita, de relativa fácil extracción (a del abierto),
facilidad de transporte de la bauxita posteriormente,
del mineral procesado (por ( canal de navegación del río Orinoco, hasta s salida
a rutas internacionales), energía eléctric abundante y de bajo costo
(proveniente de la cercanas centrales
hidroeléctricas del río Caroní y la
infraestructura industrial para los procesc de conversión de la bauxita en alúmina y I otención del aluminio primario (representado por las plantas de
procesamiento y de reducció electrolítica).
La industria del aluminio en Venezuela s inicia,
históricamente, por el último eslabón d su integración vertical.
En 1960 se instauran conversaciones formal( con la empresa
norteamericana Reynolds Inte national, Inc. con el fin de establecer una plan
de reducción de aluminio a partir de alúmir importada en la Región de Guayana.
La localización de la planta
cerca de Ciuck Guayana, en la confluencia del Orinoco con Caroní, obedece al
enorme potencial energétic que ofrecía la electrificación de este río, ya (
marcha desde unos años antes a raíz del inic de la industria siderúrgica en la
zona (véase generación de energía
hidroeléctrica). Dado alto consumo de energía eléctrica que requi€ el proceso de conversión de alúmina en alur nio,
la proximidad de este recurso hacía ideal sitio para la instalación de una
industria proyección internacional. En
efecto, son poc los países que cuentan con el recurso eléctri suficiente
a precios atractivos para la operad de una industria de aluminio de grandes p porciones. Los estudios económicos y de facti lidad
efectuados mostraban la posibilidad de explotación
de energía hidroeléctrica en la zona para
abastecer la planta siderúrgica en funcionamiento, una planta productora de aluminio, y el conjunto de plantas
industriales subsidiarias de estos desarrollos.
Simultáneamente a la obra de ampliación del
aprovechamiento hidroeléctrico del río Caroní se dio inicio a
la instalación de la planta productora de aluminio.
C.V.G. Aluminio del Caroní, S.A. (ALCASA) se inauguró en octubre de 1967 en la zona industrial de Matanzas, en las afueras de Ciudad Guayana, con la participación conjunta de la Corporación Venezolana de Fomento y la empresa Reynolds International, Inc., a partes iguales, con una capacidad inicial de producción de 10.000 toneladas anuales de lingotes de aluminio primario. El éxito logrado en la naciente industria motivó que ya en 1968 se ampliaran sus instalaciones para aumentar la producción a 22.500
toneladas métricas anuales. Nuevos requerimientos
de los mercados nacionales y el incremento
de la demanda internacional obligaron
a elevar nuevamente la producción de aluminio primario a 50.000 toneladas para
el año 1973.
Ampliaciones adicionales realizadas entre 1974 y
1978 ascendieron la producción a 120.000 toneladas anuales, gracias a la
instalación de
modernos y avanzados equipos para la obtención de aluminio
por el método de reducción, incluyendo sistemas computarizados para el
control de procesos, la detección de residuos y la
eliminación de gases y humos, con el fin de optimizar el rendimiento y reducir
al mínimo los efectos
ambientales negativos.
Todo ello ha hecho de ALCASA una de las plantas
reductoras de aluminio con mayor capacidad de producción
en Latinoamérica y el mundo.
El
proceso industrial de producción de aluminio se realiza por
reducción electrolítica de la alúmina (oxido de aluminio, Al203)
disuelta en un baño
de criolita (3 NaF.A1F3) y otros aditivos, en
celdas de corriente continua. El paso de corriente eléctrica
disocia la molécula de alúmina en sus componentes: el oxígeno, atraído por
los ánodos
de coque y alquitrán compactado forma bióxido de carbono (CO2),
mientras el aluminio atraído por los cátodos se precipita en el
fondo del recipiente.
La planta de reducción de ALCASA se compone de
cuatro líneas de celdas. Las dos primeras, con una capacidad total instalada de
50.000 toneladas anuales, iniciaron su
operación en 1967; la línea 3,
resultante de las ampliaciones realizadas
entre 1974 y 1978, posee una capacidad
de 70.000 toneladas anuales; mientras la línea 4, ya terminada, permitirá aumentar la producción de
aluminio primario en unas 90.000 toneladas
más mediante la puesta en operación de
216 celdas reductoras adicionales. La obtención de aluminio se lleva a cabo en forma continua, los 365 días del año, trasegando las celdas
cada 24 horas.
El metal proveniente de las celdas de reducción,
consistente en 99.8% de aluminio puro, es vaciado en hornos donde
se añaden otros metales, como titanio, magnesio, cobre o hierro,
para producir diversas
aleaciones.
ALCASA
posee 12 grandes hornos de fundición, con una capacidad de producción diaria de
aproximadamente 300 toneladas en cilindros y lingotes de diversas
formas y tamaños, para su uso en la industria; así como plantas de
laminación,
en Ciudad Guayana y en Guacara, para convertir los
lingotes requeridos en láminas delgadas. El proyecto de Laminación Guayana (denominado LAMPO) contempla aumentar la capacidad de producción
de esta planta a 60.000 toneladas anuales de
láminas de aluminio duras y blandas,
mediante la incorporación de modernos
y eficientes equipos, cuya última etapa de instalación acaba de completarse. La planta laminadora de Guacara (Edo. Carabobo), que inició operaciones en 1968 para la elaboración de techos y papel de aluminio de uso doméstico e industrial ha incorporado, tras sucesivas ampliaciones, una avanzada tecnología para la producción de papel de aluminio en varias presentaciones, así como láminas blandas de diversas formas y tamaños, todos ellos productos de amplia utilización doméstica, comercial e industrial, que abastecen tanto el mercado nacional como extranjero. La capacidad de producción actual de esta planta es de 24.000 toneladas anuales, y se espera alcanzar las 35.000 toneladas
al finalizar el actual proceso de
ampliación y construcción. Los proyectos
de expansión de ALCASA contemplan,
además, el desarrollo de la planta de
carbón, donde se producen los ánodos
de las celdas electrolíticas. Entre los nuevos productos que saldrán al mercado con las recientes ampliaciones se cuentan láminas coloreadas
y con acabados especiales, tabiques para paredes y techos, envases para bebidas
y productos enlatados, piezas fundidas para la Industria automotriz,
remolques y cuerpos traseros de camiones cubiertos, piscinas
prefabricadas cuerpos de barcos.
Como consecuencia de los grandes progre-os
experimentados en la industria de producción del aluminio, en
agosto de 1973 se constituye C.V.G. Industria Venezolana de Aluminio, C.A.
(C.V.G. VENALUM), empresa de capital 'mixto con
participación de Japón y Venezuela, con sede asimismo en la zona industrial de 1Matanzas,
Ciudad Guayana (Estado Bolívar), a objeto de producir aluminio primario y aleaciones para
exportación. Tras varias modificaciones, del capital
accionario, VENALUM inicia actividades en julio de 1978 con un capital social repartido
en un 80% entre el Fondo de Inversiones de Venezuela (F. I.V.) y la Corporación
Venezolana de Guayana (C.V.G.), y el 20% restante perteneciente al grupo de
empresas japonesas, lideradas por Showa Denko.K.K.
La capacidad de producción de VENALUM, de
280.000 toneladas métricas anuales de aluminio primario para el
momento de su puesta en marcha, ha ido en continuo ascenso llegando a superar
las 397.000 toneladas en 1990. En los actuales
momentos, con la ampliación, ya terminada, de la 5ta. línea de producción,
alcanzará una capacidad máxima instalada de 430.000 toneladas anuales de aluminio primario, lo que convierte a VENALUM en una de las mayores empresas
productoras de aluminio en el mundo. Característica
destacada de VENALUM es su avanzada
tecnología. Esta empresa cuenta con uno
de los más modernos y eficientes muelles de embarque de productos terminados y desembarque de materias primas existente en Latinoamérica. Las operaciones de recepción de materiales y distribución de energía están controladas por sistemas computarizados, así como el funcionamiento de las celdas electrolíticas para la conversión de aluminio. Estas, distribuidas en cinco líneas de producción, ascienden a un total de 900, entre las que cabe destacar la celda prototipo V-350, puesta en operación en 1990 tras cuatro años de cálculos y diseño estructural. Esta celda de reducción de alto amperaje (350 kiloamperios), que consta de 36 ánodos y constituye una importante muestra del desarrollo de la industria metalmecánica nacional, aporta una capacidad de producción de 2.620 kilogramos de aluminio primario al día. La posesión de esta tecnología de vanguardia
ha proporcionado a VENALUM una máxima rentabilidad, que la sitúa actualmente en
el segundo lugar en el país como empresa generadora
de divisas (superada tan sólo por la industria
petrolera). En tal sentido cabe señalar que un porcentaje superior al 70% de las ventas anuales de
VENALUM se dirige a los mercados internacionales.
La empresa posee contratos de ventas
a futuro por 1.556.000 toneladas métricas de su producción a lo largo de seis años; lo que, considerando la capacidad máxima de 430.000 toneladas
indicada, comporta el 60% de su producción total.
La preocupación de VENALUM por la calidad
ambiental la ha llevado a mantener controles periódicos de las variables que intervienen en
los procesos de producción. Constantemente
se analizan los niveles de contaminantes que puedan afectar al
personal, o a la flora o fauna circundantes. VENALUM ha instalado sistemas de
control de emisiones gaseosas, de humos y liberación de partículas, y ha
diseñado un plan de tratamiento de aguas negras, junto con un proyecto de
aprovechamiento de residuos industriales. Los sistemas y dispositivos anticontaminantes
de VENALUM se cuentan entre los más avanzados del país.
En
1977 se constituye C.V.G. Interamericana de Alúmina,
C.A.(INTERALUMINA) en la misma localidad de Matanzas (Estado Bolívar) en que funcionaban las industrias
productoras de aluminio, mediante asociación
del Fondo de Inversiones de Venezuela y la Corporación Venezolana de
Guayana, suscribiendo más del 90% de participación conjunta, con la empresa
suiza Swiss Aluminium, Ltd. (ALUSUISSE), que
aporta el resto del capital social.
El objeto de la empresa es extraer
del mineral bauxita el óxido de aluminio
o alúmina, materia básica para la obtención de aluminio (en el momento
de concebir este proyecto no se habían descubierto aún los importantes
yacimientos de bauxita de Los Pijiguaos, véase a continuación), con el fin de
asegurar la continuidad de la industria de producción de aluminio primario. Venezuela era ya el octavo productor mundial, de aluminio, por lo que
convenía proteger la pujante industria nacional
mediante un suministro seguro de alúmina elaborada en el país. Para ello se contaba con el enorme recurso
energético del río Caroní. En efecto, la
obtención de alúmina exige un elevado consumo
eléctrico que alcanza, en algunos casos, casi un 20% del costo de
producción. En Venezuela, la gran disponibilidad
de este recurso y su proximidad del centro de producción permitiría
reducir este costo a sólo un 12 o 13%.
La construcción •de la planta se
inició en 1978, entrando en operación en 1983 con los avances tecnológicos
necesarios para la extracción de la alúmina de la bauxita a través de proceso
Bayer, proporcionado por ALUSU ISSE, para la precipitación de la bauxita mediante
la adición de soda cáustica a alta presión
y temperatura. La capacidad
instalada de la empresa es de un millón de toneladas métricas al año
pero, gracias a la optimización de sus procesos de operación, la producción en 1991 de 1.481.110 TM superó ya en un 40% su capacidad nominal. El proyecto de expansión
actual de I NTERALUMINA preve un incremento de la producción a 2 millones de
toneladas métricas para el futuro inmediato, contemplando
la factibilidad de una tercera línea de
producción a más largo plazo para llegar a 3 millones de toneladas
anuales de alúmina de primera calidad. Los aportes tecnológicos que harán esto
posible incluyen la nueva planta de control de oxalato, para la eliminación de
las sustancias orgánicas disueltas en la
suspensión; la incorporación del calcinador Polia, el de mayor capacidad de su tipo en el mundo; y la reciente construcción
de la pila de almacenamiento de bauxita,
con una capacidad de un millón y medio de toneladas, que garantizará el
suministro de bauxita durante los meses en
que el río Orinoco no es navegable y
ésta no puede ser transportada desde su puerto de embarque de El Jobal.
La finalidad principal de los planes de
expansión es cubrir la demanda creciente de las empresas productoras de aluminio ya existentes (ALCASA y VENALUM), así como de otras, de aluminio primario
y productos elaborados, de creación más reciente o que se encuentran en proyecto
para la presente década. (Aquí merecen
citarse ALUSUR, con una capacidad nominal de 115 a 120 mil toneladas anuales; ALAMSA, prevista para 180.000 toneladas anuales; ALUYANA, entre 360
y 400 mil toneladas; ALISA, con 215 mil toneladas;
ALDANCA, 190 mil; entre otras, todas empresas de capital privado.)
Además
de constituir la materia prima para la obtención del
aluminio, la alúmina posee muchos otros usos en la industria. Por su
incombustibilidad y
por ser químicamente inerte, entra principalmente en la preparación de
compuestos extinguidores de incendios, y en la elaboración de pinturas y recubrimientos especiales no combustibles. En las refinerías y en la industria
química tiene un uso destacado como catalizador, y se emplea como material aislante en la fabricación de cerámicas (por ejemplo, en la construcción de bujías de encendido para motores de explosión). Por su condición de abrasivo suave, se utiliza como agente limpiador en la elaboración de pulituras
y pasta dentífrica.
La alúmina venezolana es altamente competitiva en
todos estos usos, tanto en los mercados nacionales como en el
exterior, por su elevado grado de pureza del 99.7%. La calidad lograda,
unida a la integración del proceso de obtención del aluminio en el país, ha permitido a Venezuela
ascender actualmente al séptimo lugar como productor
de aluminio en el mundo.
El último hito histórico de la instalación de
la industria
del aluminio en Venezuela es, precisamente, el primer escalón de su
integración vertical, que completa todo el proceso de producción en el país.
La empresa CVG-Bauxita Venezolana, C.A. (BAUXIVEN), creada por el Estado
Venezolano en febrero de 1979, tiene a su
cargo la tarea de explorar, evaluar y
desarrollar los yacimientos de bauxita en la Región de Guayana, incluyendo
los procesos de explotación, industrialización y comercialización de la materia prima. BAUXIVEN dispone de los equipos móviles necesarios para la deforestación, movimientos de tierra y extracción
del mineral, sistemas e instalaciones de trituración
y apilamiento de bauxita, equipos de transporte en los muelles, y
gabarras de carga. Esta empresa, conformada
actualmente con participación de la Corporación Venezolana de Guayana y C.V.G. Ferrominera Orinoco, C.A., ha llevado a cabo la explotación de la bauxita existente en la altiplanicie de la Serranía Los Pijiguaos, en el Municipio
Cedeño del Estado Bolívar, a altitudes comprendidas
entre 600 y 700 metros sobre el nivel del mar, donde se descubrieron
grandes acumulaciones del mineral en 1976,
tras largos años de búsqueda.
El interés de Venezuela por encontrar bauxita obedecía a que ello podría convertir al país en uno de los primeros productores mundiales de aluminio,
al cumplir todas las fases del proceso de producción.
Venezuela había iniciado ya la producción
de aluminio primario en 1967 (véase La industria del aluminio, arriba)
importando bauxita de Guyana, Surinam y Brasil, a fin de aprovechar el
cuantioso recurso energético del río Caroní.
Ya antes de la Segunda Guerra Mundial se habían efectuado algunos
tanteos en búsqueda de bauxita en
Venezuela, pero fue en 1944 cuando se
llevó a cabo la primera exploración organizada
del mineral. Dada la abundancia de este
recurso en los países vecinos de Guyana y Brasil, los geólogos venezolanos atribuían una alta probabilidad
a su existencia en la Región de Guayana. A partir de 1950 se inicia la búsqueda
sistemática del mineral en la selvática
Región por parte del Ministerio de Minas y de la Corporación Venezolana de Guayana. Tras veinte años de ardua labor exploratoria, en 1970 se encuentran los primeros indicios de la existencia del mineral en la Serranía Los Pijiguaos. Hacia 1974 se divide la tarea de exploración entre los organismos involucrados, adjudicándose por áreas el
territorio de la Región. Luego de
dieciocho meses de intensa búsqueda,
finalmente en 1976 se determina la
presencia de ricos yacimientos de alto tenor en la zona (49.5% de
Al203).
El yacimiento de Los Pijiguaos, con unas reservas probadas superiores
a 200 millones de toneladas métricas,
suficientes para responder a las
necesidades de INTERALUMINA durante un
lapso de tiempo mayor a 30 años al
ritmo de 6 millones de toneladas de producción anual, ha sido enclave del desarrollo de la zona, antes prácticamente
inhabitada y surcada actualmente por
carreteras asfaltadas y puentes que la hacen
transitable durante todo el año. Hay además una pista de aterrizaje asfaltada de 1.400 metros para su acceso por vía aérea. El mineral
extraído es trasladado por correa transportadora y vía ferroviaria, en un
trayecto de 54 kilómetros que atraviesa el río Suapure hasta el puerto
de embarque de El Jobal,
sobre el río Orinoco, de donde sale en gabarras siguiendo el canal de navegación
de 650 kilómetros de recorrido hacia la planta de
INTERALUMINA en Puerto Ordaz. (Dicho canal de navegación en el río Orinoco, cuyo
mantenimiento cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de
Canalizaciones, no sólo es vital para el transporte de la bauxita, sino
también de
otros productos que, provenientes de la Región Suroccidental y de Los Llanos, podrán
ser llevados a Puerto Ordaz para su comercialización, contribuyendo así al desarrollo de la Región y de la zona.)
Los estudios geomorfológicos efectuados por BAUXIVEN en la Región revelan la presencia de otras terrazas con
características semejantes a las actualmente
en producción, tanto en otras áreas de la Serranía Los Pijiguaos como en
la Serranía La Cerbatana al sur de Caicara
del Orinoco y en la Serranía Parguaza, a la. margen derecha
del río del mismo nombre. El total de
reservas probables de bauxita en los
alrededores de Los Pijiguaos se estima
en varios miles de millones de toneladas métricas. El Estado Bolívar
posee además otros yacimientos de bauxita de
valor comercial en las áreas de Upata, El Palmar, Nuria, Guaicas y La Gran Sabana, que no' han sido aún totalmente evaluados.
La
producción actual de BAUXIVEN asciende a 2 millones de toneladas por año (para 1991),
lo que corresponde aproximadamente a su
capacidad instalada. Los planes de
expansión de la empresa contemplan el
mejoramiento y ampliación de las
instalaciones existentes para las operaciones
de extracción, trituración, transporte (terrestre y fluvial) y
almacenamiento del mineral, esperando elevar
su capacidad total a 6 millones de
toneladas para el año 1994. Las entregas de bauxita a INTERALUMINA superaron en 1990 el millón de toneladas, significando un ahorro de divisas de importaciones para el país superior a los
40 millones de dólares. El incremento de los embarques
a INTERALUMINA llevará en corto plazo
al autoabastecimiento nacional de materia prima para la producción de
alúmina.
En
materia de protección ambiental, BAUXIVEN lleva a cabo
tareas de recolección y disposición de desechos, y adelanta la construcción
de una
planta de tratamiento de agua para proteger el medio ambiente y
atender las necesidades futuras de una población que se estima
llegará, dentro
de los planes de expansión de la empresa, a unos 10.000
habitantes. Asimismo realiza programas de reforestación y pone en práctica
medidas
preventivas y correctivas del impacto ambiental de sus actividades
en la zona, además de atender a la población indígena con servicios médicos
y educativos, en vistas a un desarrollo armónico y equilibrado de Guayana.
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