La selva tropical lluviosa constituye una formacón de masas
boscosas muy altas, integrada por un gran número de diversas especies que compiten por
los rayos solares, alcanzando aIturas superiores a los 40 metros. A conseuencia de lo tupido de esta
alta vegetación, el sotobosque se presenta, en contraste, damente ralo, debido a la abundante que cubre los estratos inferiores de la getal. raaíces
de los grandes árboles de nuestra tazónica son
muy superficiales debido a ,za de los suelos, un hecho vinculado a la de material cálcico, por el lavado consJe las intensas lluvias ejercen todo el r esto, los bosques deben ser objeto de ión, dadas sus condiciones ecológicas 1 fragilidad. Su explotación ha de ser tda de manera efectiva: de allí que gran esa
masa vegetal constituya hoy Areas 'imen de
Administración Especial (ABRAE),
Forestales, Lotes Boscosos y Zonas as.
Por otro lado, en cuanto forma ,la gran Amazonia, la selva guayanesa se huida
en ciertos acuerdos internacionales rvacionistas. reservas forestales pueden ser sometidas ición
bajo el cumplimiento de estrictos manejo y control. Pueden mencionarpecto, la Reserva Forestal
de Imataca, extensión de 3.203.250 ha,
repartida Estados Bolívar y Delta
Amacuro, de-1 7 de enero de 1968. La
del Caura, ?n la cuenca de este río y
establecida to el 25 de enero de 1968, que abarcaha. La
Paragua, decretada el mismo del Caura, ocupa 782.000 ha. Al oeste )rio
Federal Amazonas se encuentra la el Sipapo, con una superficie aproxi1.215.000
ha, cubriendo las hoyas de uao, Autana, Guayapo y Sipapo. El forestal
de estas reservas se ha estima-8y 150 m3 por hectárea, del cual
cerca b corresponde a volúmenes
eventualmerciales. Se han realizado estudios.
La competencia entre la explotación forestal y la
conservación es un hecho permanente en la Región, que se pone de manifiesto en la
actividad creciente de grandes
deforestaciones incontroladas (y, en
muchos casos, inútiles, en términos del
eventual aprovechamiento forestal, como sucede, por ejemplo, con los trabajos de minería del oro y
diamantes). Frente a ello, la política de protección
y conservación ha llevado a crear nuevas
ABRAE, como las Reservas de la Biosfera, y a establecer estrategias no sólo respecto a la defensa del ambiente natural, sino también de las comunidades indígenas y de sus patrones culturales.
Otro tipo de recursos forestales aprovechados en
la Región son los denominados recursos forestales derivados.
Entre
éstos se destaca la palma de seje, que se recolecta en los valles
de los ríos Manapiare, Sipapo, Cuao y Ventuari; de sus frutos se extrae el
aceite de seje, comestible y dotado además de propiedades medicinales. Del
árbol del pendare se obtiene látex, del que se elaboran artículos de goma. Se lo
encuentra en los valles del Ventuari,
Sipapo, Siapa, Caura y Parguaza. El látex del
caucho fue aprovechado en grandes cantidades durante la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad se han hecho plantaciones
experimentales a fin de evaluar la posible recuperación
de la producción cauchera en el Territorio
Federal Amazonas (en su tiempo concentrada
en los valles del Ventuari y del Orinoco Medio). La almendra de serrapia es materia prima para la elaboración de perfumes y desodorantes de ambiente; se explota en los valles del Caura, Cuchivero y Suapure. En la penillanura del Casiquiare se explota actualmente la fibra del chiquichique, especialmente utilizada en la industria de la cestería. Es una palma de baja altura, cuyas hojas secas constituyen la referida fibra. También se extrae la tradicional fibra del moriche -de múltiples usos-, sobre todo en los valles del Ventuari y del Manapiare y, en general,
en toda la Región.Además
se recolecta y consume una variedad muy grande de frutales no tradicionales en otras
regiones.
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