Los recursos
faunísticos de la Región son muy diversos (212 especies de
mamíferos, más de 300 especies de peces en el Orinoco, un millar de especies de
aves y 133 de reptiles), aun cuando sus
poblaciones, en general, son limitadas.
Esta fauna se convierte en recurso cuando se considera su explotación
potencial. Sin embargo, tal actividad
requerirá de estrictos controles, a
fin de evitar la extinción de determinadas especies.
Para la población indígena de la Región, la
caza y la pesca son actividades tradicionales, practicadas por sus ancestros desde los primeros días en que
ocuparon estos territorios. Pero la importancia
comercial que han adquirido ciertas especies para la sociedad
industrializada ha generado últimamente su
explotación irracional. Entre los animales en peligro de extinción se
hallan la gran nutria, o perro de agua gigante (Pteronura brasiliensis), y la nutria común o perro de agua (Lutra longicaudis), perseguidos por la calidad de su piel. La diferencia entre ambas especies se observa en la membrana interdigital y en la cola: en la nutria gigante, la membrana llega hasta las uñas y la cola es achatada;
mientras la membrana del perro de
agua común alcanza a la mitad de los
dedos, y su cola es redondeada. El habitat de ambas es el Delta Amacuro
y las cuencas altas de algunos afluentes del
Orinoco.
El manatí de río (Trichechus manatus) es otra especie en peligro de extinción.
Su habitat original fue el delta del
Orinoco, pero hoy se lo halla aguas
arriba, hasta la cercanías de Puerto Ayacucho,
y en algunos afluentes importantes. Los manatíes son animales tímidos y
absolutamente inofensivos, aunque aveces
causan temor por las dimensiones de su cuerpo, que puede alcanzar cinco
metros y pesar más de 500 kilogramos. La legislación venezolana prohibe su captura y la afectación de su habitat, pero en el
delta y en otras zonas se lo continúa cazando para consumo humano y para aprovechamiento de su grasa y su piel, con la que se confeccionan
objetos de cuero rústico.
Asimismo, una gran diversidad de felinos han sido explotados irracionalmente para la obtención de sus pieles. Entre ellos destacan el jaguar
El cuspón o
cachicamo gigante (Priodontes giganteus, o P. maximus) es un enorme
armadillo que puede llegar a pesar más de 60
kilos y medir un metro de largo, .más 50 cm de cola. La destrucción
progresiva de los bosques se considera la
causa principal que amenaza su extinción.
La danta o tapir (Tapirus terrestris) es otra especie sometida a una cacería
irracional, por lo preciado de su
carne. Puede alcanzar dos metros de longitud, y llega a pesar hasta 250
Kg.
El caimán del Orinoco (Crocodylus
intermedius), el reptil de mayor tamaño en
el país (llega a medir 4,5 metros de longitud), y la tortuga arrau del Orinoco (Podocnemis
expansa), el quelonio más grande de la Región, que puede pesar hasta 40 Kg, están expuestos igualmente a la extinción; el primero por el aprovechamiento de
su piel, y la segunda por lo exquisito de su carne y sus huevos.
Los recursos pesqueros son aprovechados tradicionalmente
como complemento de la alimentación del
agricultor y del ganadero, pero hoy en día su demanda se ha ampliado y
gran parte de la producción se destina a los centros de mercado más importantes del país. Entre las especies de
consumo humano se registran la cachama (Colossoma macropomum), que puede llegar a
medir un metro de longitud y pesar 18 Kg; el morocoto (Piaractus brachypomus
m), muy abundante en el delta del Orinoco; la palometa (Mylossoma
duriventris); el pavón (Cichla
spp.); y los bagres rayados (Pseudoplatystoma fasciatum y P. tigrinum). Se los halla mayormente en el Orinoco y en ciertas lagunas de inundación, o
rebalseras. Actualmente se han realizado experiencias de cultivo de peces en
la Región, obteniéndose excelentes resultados. Los pavones (Cichla spp.) han sido criados -aun cuando accidentalmente: se piensa que en la última
ampliación de la represa se inundaron algunas fincas
que tenían pequeñas lagunas con pavones-en el Guri, con óptimos
beneficios.
Finalmente, la Región
es rica en peces ornamentales, sometidos
hoy a intensa -y no siempre legal- explotación, especialmente en el
Territorio Federal Amazonas, mayormente pertenecientes a la familia Characidae.
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